Hace tiempo que intento salvarme de mis caidas y depresiones, hace tiempo que perdía la fé. El coronavirus me ha puesto en la casa de mi madre despues de décadas fuera de mi hogar, intento coger la cámara y buscar recuerdos para ir sanando las partes irreconciliables que hay en mi, empieza un confinamiento en el que los cuidados forman parte del día a día. En la foto mi hermana llamo a mi madre para rezar el rosalio juntas, yo espio a través de la puerta de cristal, preguntándome en que creer para salverme a mi.